Dos años sin procesionaria con Greensalut

Este ha sido un año especialmente duro para la procesionaria del pino. En esta época del año aquí en las islas se encuentran en su quinto estadio larvario. Han empezado a descender al suelo desde los árboles ( en formación de filas indias, de ahí su nombre común de procesionaria).

Difícilmente pueden causar la muerte del árbol, aunque sí su debilitamiento facilitando la entrada de otras enfermedades o plagas como el tomicus ( plaga especialmente peligrosa para estos árboles) que sí pueden causar su muerte. Sin embargo, el daño más destacado son el efecto nocivo para las personas y animales, sobre todo los perros. Si estos últimos olisquean o lamen una de las orugas puede provocar desde la necrosis de parte de la lengua a la muerte por asfixia. Es conveniente acudir rápidamente al veterinario para un rápido tratamiento.

Existen varios métodos de control para esta plaga. Uno de los que van cogiendo cada vez más fuerza es la endoterapia. Este método permite llegar a la copa del árbol sin necesidad de grúas o plataformas pues la traslocación de la materia activa se realiza por sistemia a través del sistema vascular de manera mucho más uniforme. Además se evita el uso de pulverizaciones aéreas, evitando problemas en colegios, parques, campos de golf, etc. El ideal para tratar el pino con endoterapia es en otoño. Una vez que las orugas empiezan a bajar, se puede aplicar el tratamiento , aunque no matará a las orugas. Lo que se conseguirá es que no vuelvan a salir durante la próxima temporada. El tratamiento que aplica Greensalut queda garantizado durante dos años.